jueves, 22 de octubre de 2015

Tendencias y Movimientos Culturales durante el renacimiento

Clasicismo 
Movimiento Cultural donde muchos artistas del Renacimiento consideraron la Edad Media como una época de decadencia cultural y se distanciaron de ella. En cambio, se fijaron en el arte de las antiguas Grecia y Roma, cuyos logros aspiraban no sólo a emular, sino incluso a superar, siguiendo la corriente general de fascinación por los valores del mundo clásico.La influencia del mundo clásico se hizo sentir en todas las manifestaciones artísticas. 
Tanto en la arquitectura como en la escultura y la pintura, los artistas del Renacimiento aspiraban a crear obras marcadas por los principios racionales de la arquitectura y del arte clásicos. El clasicismo renacentista se caracteriza también por resucitar temas propios del mundo clásico, entresacados de la historia y la mitología.


Secularismo
Movimiento cultural que debate las relaciones humanas con independencia de los valores, costumbres e instituciones religiosas. Durante el renacimiento aumentaron el numero de obras que fueron influidas por, o exploraron temas seculares. Temas, figuras y principios extraídos del arte clásico y pagano. En este período se produjo un cambio trascendental debido a la importancia creciente del caballete de pintor. El cual permitía al artista aceptar lucrativos encargos particulares en lugar de trabajar exclusivamente en los encargos eclesiásticos. Pero hay otros factores en la secularización del arte renacentista: el crecimiento de las ciudades; la consolidación del poder secular; el aumento de la riqueza, que dio nuevos mecenas a las artes, y la aparición de un mercado artístico que exploraba temas, imaginería y principios clásicos. La secularización floreció definitivamente un siglo más tarde, en el Barroco.


Monumentalismo
Tendencia de las artes visuales definida por su escala, por la amplitud de sus temas y por su ambición por dejar una huella duradera. Durante el Renacimiento, los mecenas más poderosos alentaban el desarrollo del arte monumental, una moda que se prolongó en el Barroco. El papa Julio II, que ocupó el trono pontificio entre 1503 y 1513, inició el monumentalismo del Renacimiento cuando encargó a Donato Bramante la reconstrucción de San Pedro de Roma. Este papa, de grandes ambiciones políticas, deseaba que el nuevo templo dejase pequeños a todos los monumentos más significativos del arte antiguo, incluidos el Partenón y la Basílica de Constantino.

Humanismo
Movimiento cultural prácticamente sinónimo de Renacimiento, tiene dos componentes principales: la recuperación del interés por el arte y los valores del mundo clásico, y un renovado sentido de la capacidad del individuo de entender y transformar tanto a sí mismo como el mundo mediante la búsqueda de respuestas racionales en vez de religiosas.
El término «humanista» empezó a utilizarse en el siglo XIV para aludir a los profesores de las artes liberales latinas (geometría, gramática, poesía, retórica y filosofía, moral). Poco a poco comenzó a aplicarse a cualquier persona cultivada interesada específicamente en el mundo clásico y en el valor de las relaciones y emociones humanas. Aunque en principio este movimiento tenía un carácter literario y erudito, poco a poco sirvió para que los artistas fueran considerados como «grandes hombres» que podían desempeñar un papel importante en el descubrimiento del pasado clásico y la naturaleza humana.

Con el humanismo comenzó la transición de un mundo en el que los artistas eran meros artesanos a otro en el que empezaron a tenerse muy en cuenta sus opiniones sobre el mundo. Con su énfasis en la importancia de la razón y de la investigación racional, el humanismo contrastaba con la teología tradicional, que ensalzaba lo divino y denigraba lo terrenal por pecaminoso y corrupto. Los artistas empezaron a encarnar santidad en personas corrientes; después de siglos de haber sido representada en un dorado esplendor, la Virgen se pintaba con los rasgos de una humilde muchacha. 
Esta tendencia es claramente visible en la obra de Leonardo y se puede seguir hasta Caravaggio. 

Los humanistas creían en la importancia de la educación, pues estaban convencidos de que el poder racional de la mente humana podía llegar a comprender los mecanismos del universo. Este razonamiento explicaba la creencia de que el arte podía ser codificado en reglas que facilitaran su enseñanza. Así, se crean academias de arte donde se asegura la correcta aplicación de las normas. 

Naturalismo
Representa la realidad con el mínimo de abstracción o distorsión estilística se caracteriza por el uso convincente de efectos de luz y reproducción de las texturas, y por la evocación de sentimientos y estados de ánimo. Durante el Renacimiento reapareció como una de las corrientes centrales del arte occidental. 

El naturalismo renacentista ofrece una impresión general de fidelidad al modelo que se consigue conjugando luz, texturas, colores y tonos muy variados a los que se dota de coherencia. 

El naturalismo dio a los pintores renacentistas la oportunidad de repensar el significado del arte y reafirmar su importancia cultural.Por ejemplo, el desarrollo de la perspectiva aérea llevado a cabo por Leonardo fue un intento de conseguir un estilo naturalista de pintar más convincente, en el que las estrictas reglas compositivas, como la perspectiva lineal, fueran menos obvias para el espectador. 

Dos corrientes fueron decisivas en el desarrollo del naturalismo. Por una parte,
el Jan van Eyck en la representación naturalista de los efectos de luz y texturas, habilidad que le dio fama en toda Europa. Por otra, los artistas que trabajaban en Venecia enfatizaron la importancia del color y la atmósfera sobre la línea y las formas, como preferían los florentinos.

El naturalismo derivó en los años siguientes en el desarrollo de la pintura de paisajes y bodegones.

Manierismo
El manierismo brotó en Florencia y Roma tras 1520, cuando la sociedad se vio afectada por diversos acontecimientos, incluidos entre ellos la Reforma protestante, que dividió la Europa central, la peste que se cobraba vidas por miles, y el saqueo de Roma en 1527. Reaccionando a tal inestabilidad, varios artistas abandonaron los armoniosos ideales renacentistas y empezaron a producir imágenes con un mayor contenido emocional.

El manierismo fue el resultado directo de la recién elevada posición de los artistas en la sociedad. Ya no se los contemplaba como meros artesanos que creaban arte anónimo para refrendar las convicciones religiosas de la sociedad, sino que se codeaban con eruditos, poetas y humanistas en un entorno donde se apreciaban la elegancia, la sofisticación y el estilo. El arte ya no se producía por el bien de la religión, sino que era reconocido por sus propios méritos.

Los pintores incorporaron un uso extensivo del color y pinceladas largas y fluidas, mientras que los escultores esculpían poses llamativas y gestos teatrales. •Uno de los temas favoritos de los manieristas era el desnudo. Copiaban desnudos y otras figuras que admiraban de las obras de artistas del Renacimiento pleno, exagerando y dramatizando varios aspectos de ellas. Entre los elementos más comúnmente alargados y distorsionados figuraban los hombros estrechos, las caderas anchas y las manos y pies afilados y largos. Las figuras solían retratarse además en poses complejas No se usaban colores realistas, sino pasteles o tonos intensos y poco naturales. Pintores y escultores por igual desplegaban una gran imaginación y se concentraban en el estilo tanto como en el contenido. 
Los temas populares solían combinar rasgos del clasicismo, el cristianismo y la mitología.

Fue en parte una moda intencionada que permitió a los artistas no tener que intentar superar las habilidades del Renacimiento pleno. Al apostar por una mayor inventiva que sus predecesores inmediatos, crearon obras que contenían distintos elementos para interesar a los espectadores. La idea predominante era crear un arte mas llamativo, exuberante, interesante y provocador que demostrara que los artistas eran capaces de manipular las proporciones clásicas y los estilos con aplomo. Ya no estaban obligados a retratar la vida con realismo, sino que podían dotar a sus representaciones de la elegancia, la sofisticación y el estilo que deseasen. Además de sus interpretaciones estilísticas, cuando los manieristas producían retratos no se limitaban a pintar o esculpir una imagen de la persona que tenían delante. Por primera vez, intentaban plasmar la personalidad del retratado, esforzándose por reflejar algo más que los elementos visuales y
expresar algún rasgo de su carácter.


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